“ En la restauración de la imagen de San Antón el mayor reto fue devolver a la escultura la policromía original. La pieza se encontraba cubierta en su totalidad por una espesa repolicromía compuesta de capa pictórica (pintura) y de capa de preparación (aparejo de yeso), que dada su estructura y tiempo, más de 200 años, hizo que su levantamiento supusiera un lento y laborioso trabajo.
La técnica utilizada en ala eliminación de la repolicromía consistió en remover y disgregar la capa pictórica mediante vibro-incisor. Una vez suprimida esta capa se procedió a la reversibilizar la capa de preparación para su supresión, operación sumamente delicada, ya que el único disolvente válido actuaba también sobre el temple de la policromía original, de ahí el sumo cuidado en esta operación.
Otros aspectos importantes en la restauración fue la recomposición volumétrica de elementos que faltaban: mano y pie izquierdo, fragmentos en la nariz, oreja izquierda, etc.
Como anécdota, señalar la localización en el estudio radiológico, de una bala en el interior de la imagen, que tras un delicado proceso se consiguió extraer y guardar en un relicario a los pies del santo.
Después de más de dos siglos, durante los cuales la escultura ha permanecido enmascarada bajo una repolicromía ajena , ésta intervención le ha devuelto su aspecto original, lo que permite valorar y reconocer la calidad artística de su autor.”
Texto y fotografías a cargo del restaurador de obras de arte y Director de CICROA, Mariano Spiteri Sánchez.
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