Como es sabido, desde mediados del siglo XIX hasta los años sesenta del siglo XX , en la Ermita de San Antón se ubicó el Hospital Municipal de San Antonio Abad. En la primera mitad del siglo XX se acometieron una serie de reformas en el edificio que fueron sufragadas por el Marqués de Aledo, Mariano Vergara y Pérez de Aranda. Tras la muerte de este, su viuda Josefa Calderón y Montalvo, prosiguió con las obras. La placa estuvo colocada en uno de los muros de la ermita hasta que los anexos del hospital desaparecen con la restauración llevada a cabo en el año 2000, por lo que fue retirada y depositada en el Museo Etnográfico y Ciencias Naturales, donde actualmente se encuentra.
Como curiosidad decir que la placa está gravada por los dos lados, seguramente porque una de las inscripciones no era del agrado de la marquesa. La más desgastada e ilegible es la que se encontraba a la vista y en ella podemos leer la siguiente inscripción:
“Lápida conmemorativa a la memoria del excelentísimo Señor Don Mariano Vergara, Primer Marqués de Aledo, a cuya hermosa caridad se deben las obras verificadas en este hospital. Su viuda, la excelentísima Señora Marquesa, que tan fielmente ha sabido cumplir el humanitario pensamiento de su ilustre esposo. Mayo de 1916.”
Poco más sabemos de la relación del Marquesado de Aledo con Jumilla, tal vez algún día conozcamos algo más gracias al estupendo archivo municipal de nuestra ciudad.
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